Ex libris es una locución latina que literalmente significa “de entre libros”. La RAE la define como una etiqueta o sello grabado que se estampa en el reverso de la tapa de los libros, y expresa el nombre del dueño o el de la biblioteca a la que pertenece determinado ejemplar.

Con pocas palabras, un ex libris es ese sello personal que identifica un libro como tu propiedad. Aunque su origen se remonta a la época de los egipcios, con la introducción de la imprenta y las técnicas de grabado se popularizó entre aristócratas y bibliófilos.

Aunque con el paso del tiempo ha cambiado la manera de hacerlos –desde estilos manuscritos, estampado, xilografía, calcografía, serigrafía e incluso técnicas digitales–, existen 4 reglas que todo ex libris debe cumplir:

1. El lado mayor de la imagen debe medir no más de 13 centímetros. Así es más fácil que se adapte a cualquier libro.
2. Debe aparecer la locución ex libris o su traducción a cualquier idioma.
3. Debe aparecer el nombre del propietario, sus iniciales o nombre de la biblioteca a la que pertenece el libro en cuestión.
4. La imagen o alegoría empleada debe hacer alusión a la personalidad del propietario o la colección en que será usada. Esto significa que una persona puede tener varios ex libris para usar en libros de historia, infantiles, arte, entre otros.

Via: Fahrenheit Magazine